Una derrota con buenas sensaciones


Parece que la jornada de descanso no ha servido de mucho al equipo bilbaíno. Tras el empate cedido el sábado en San Mamés ante el Celta, el Athletic se encontraba totalmente a la deriva. Sin rumbo. La situación liguera empezaba a preocupar seriamente y el Athletic necesitaba un golpe de esperanza que diese fuerza, convicción y un mejor juego al equipo. 

No había una mejor ocasión para recuperar la fe de equipo que la tercera jornada de Champions League. El Athetic llegaba a Oporto con la obligación de sumar, y a ser posible tres puntos, ya que un empate complicaría mucho la clasificación para la siguiente ronda de la máxima competición europea.

Foto: EFE

Ante estas circunstancias, todos esperábamos ver a un equipo activo, luchador, con esa fuerza y esa garra tan característica de los leones, pero fue al revés. El equipo luso comenzó dominando el encuentro y, según pasaban los minutos, se acercaba más a la portería de Gorka Iraizoz. El encuentro avanzaba y el Athletic, desplegando un juego pobre y sin oportunidades, se dedicaba a defender las acometidas rivales. 

Los bilbaínos estuvieron acertados en defensa hasta el último suspiro de la primera parte, cuando Herrera marcaba el 1-0 tras recibir un balón solo dentro del área. Otro fallo incomprensible -de otros muchos esta temporada- que le cuesta un gol a los vascos.

Valverde cumplió los cambios que había prometido pero los resultados no convencían. Gurpegui, Muniain -con molestias en el hombro- e Iraola se sentaron en el banquillo. Entraron Etxeita, como defensa al lado de Laporte, Guillermo en la banda derecha y San José como compañero de Iturraspe. Sorprendió el cambio de De Marcos. Valverde decidió retrasarlo al lateral derecho.

Viendo que el once inicial no benefició al juego del Athletic, la segunda parte comenzó con un doble cambio. Entraron Beñat y Muniain y abandonaron el campo San José y Aduriz. Cambiaron las cosas. Y para mejor. Los leones comenzaron a jugar, tenían el balón. Se gustaban. 

El cambio de Beñat mejoró el juego del centro del campo y revolucionó a un Athletic que se animó al ataque. Y volviendo a ese gran juego al que nos tienen acostumbrados los leones, el gol no tardó en llegar. En el minuto 58, Guillermo recibe un pase de Beñat y tras un recorte, chuta un balón que se cuela en la portería lusa. Ya se había conseguido lo más difícil, volver a marcar.

Tras el empate, el Athletic se veía con fuerzas. Quería ganar. Seguía dominando. Pero allí estaba Quaresma, recién incorporado al terreno de juego, para que en el minuto 75, acabase con las esperanzas de los leones. Otra vez una mala colocación de la defensa rojiblanca, dejaba libre para un chute con mucha potencia a Quaresma, en el que el balón se coló por debajo del brazo de Gorka Iraizoz. Una derrota que complica mucho la clasificación para octavos de un Athletic, que ya piensa más en la Europa League.

La mala suerte ha sido clave para los leones que, a pesar del resultado, han mostrado un buen juego y han mejorado las sensaciones de cara al próximo partido el sábado contra el Almería en  los Juegos del Mediterráneo.

@maritxucauso


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