El Athletic respira


Y por fin llegó. El Athletic volvió a encontrarse ayer con la victoria tras derrotar al Almería en los Juegos del Mediterráneo. La forma de celebrar el gol y los abrazos y felicitaciones al acabar el partido muestran la alegría de un equipo que se ha quitado un enorme peso de encima. Los leones volvieron a saborear la victoria después de dos meses -el 30 de agosto ganaron 3-0 al Levante-. Una inyección de tres puntos clave que aleja al conjunto de Ernesto Valverde de los puestos de descenso.

Aparte del triunfo, pocas cosas positivas podemos sacar del encuentro. Fue un partido lento, trabado y aburrido, en el que los rojiblancos consiguieron los tres puntos gracias a un gol de Etxeita, que suavemente empujó un balón que se coló en la portería de Rubén. 

A Valverde le tocó modificar la alineación a causa de la lesión de Gurpegui. En su lugar entró Etxeita, que se ocupó del eje central de la defensa junto a Laporte. Por delante de ellos volvieron a estar la pareja formada por Iturraspe y Mikel Rico. También repitió Etxeita en el once inicial como mediapunta dejando a De Marcos en la posición de lateral derecho.

El juego que se vió el césped de los Juegos del Mediterráneo durante la primera parte fue inexistente. Parecía que el Almería empezaba el partido con iniciativa y con la posesión del balón pero no conseguía llegar a la portería de Gorka Iraizoz. A lo que los bilbaínos respondían con un fútbol plano y sin ideas basado en numerosos errores en los pases y pelotazos varios. El ritmo del partido era insuficiente para que alguno de los dos equipos consiguiera alguna ocasión clara de gol.

Parece que la charla del descanso surgió efecto en el Athletic, que salió con otra cara en la segunda parte. El equipo rojiblanco tenía la posesión  y, tímidamente, se acercaba a la portería rival, hasta que el minuto 55, Etxeita marcó un gol que vale oro en Bilbao. 

A partir del gol. el juego del Athletic se volvió ausente y lento, como el de la primera parte, mientras que el Almería empezaba a buscar el empate. Entraron Thievy y Soriano y revolucionaron la recta final del encuentro, con varias ocasiones.

La polémica del partido tuvo lugar a escasos minutos del final. Soriano recibía un gran centro de Dubarbier pero caía dentro del área por la presión de Etxeita. El árbitro no vió nada y ahí murieron las esperanzas del equipo almeriense de hacerse con la victoria. Los tres puntos viajan a Bilbao.

@maritxucauso

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